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Esfumado el ardor nazareno y los rezos a cornetazo limpio, vueltos al alcanfor los capisayos de brillar y vuelto al almax el viacrucis cantinero, sentémonos en el bordillo de la calle ahora vacía y busquemos en la calzada los pasos que dejaron huella... ¿nada?... ¿ninguno?... ¿ni eco?... sic transit gloria mundi... sic transit la pena del Cielo con lo visto... sic transit pedus horribilis... sic transit la marabunta piadosa y la farra borracha... Abran paso al servicio de limpieza y al manguerazo.

Un rastro de bolsas, botellas, meaos y vomitonas deja a su paso el Entierro de Genarín hasta bordar en guarro ese bulto de sólo un vulgar botellón... y la Plaza del Grano, hecha muladar. Eso no habla nada bien de esa tropa vocinglera que en gran medida ni siquiera vive, oye o participa del rito -no menos papón, aunque caótico- de este ceremonio cachondo que empezó siendo simple verso burlón y tiene hoy, más que nada, mucho de eructo ruidoso con turba sin sentido y nada de estilo o alternativa. Sólo la bulla versea en asonante con tumulto. A mamarse tocan. Y no era eso, camarada, no era eso. Os montáis en lo cofrade con algo que empezó en anticofradía, verso suelto. Y os hacéis como ellos revistiéndoos de seises o jerarquías y vistiendo de «nuestro padre Genarín» a quien nació como esperpento bufo y sólo en esa peana residía a la espera de los sampablos de toda religión que vienen a reinventarlas a su imajen y complejos; ¿tanta nostalgia o envidia sentís de los santos de palo nazareno? En realidad, os fascinan y los imitáis en liturgias y ropón. ¿Se os murió la imaginación? Y lo que antes era un recorrido tranquilo, chusco y coplero es hoy procesión en aluvión, desfile en turbamulta, porrompompón borrego de tolón-tolón y tararí de lengua gorda. Decepción. Y no por ello siento culpa por haber resucitado en los papeles de su muda sepultura a Genarín en una operación acordada al alimón en 1977 con Manolo Nicolás en este Diario y yo en el diario «Pueblo». Aquello no era esto. No. Así que sólo maldigo mi suerte con un ¡cagonrós, Genaro, córreles a gorrazos