Editorial | Una muralla que no terminó de aflorar

La obra de reforma de la calle Carreras fue aprobada en su día por el Ayuntamiento de León con la intención de mantener enterrados los restos de los cubos que fueron derruidos a principios del siglo XX. La polémica y la actuación de Patrimonio obligó al equipo de José Antonio Diez a rectificar sobre la marcha unas obras sobre las que siempre planeó la sospecha de que venían marcadas por un calendario de evidente interés electoral. Ahora, se están concluyendo cuando faltan apenas seis semanas para el 28-M y parece que el resultado no es satisfactorio para los vecinos de la zona. Sí dan por conseguido el objetivo de apartar el tráfico del monumento, pero echan en falta que se haya apostado de una manera más decidida por hacer evidente el legado de la ciudad a través de su muralla. Es cierto que Patrimonio ha dado luz verde a esta obra pero parece que la cosa se ha quedado en los mínimos para ‘aprobar’.