Diario de León

Creado:

Actualizado:

Residencias de mayores, trastero de muebles viejos, garaje perpetuo.  Granxas de vielhos , las llama la sorna negra galega, que añade: «La parte más dura de un vegetal es la silla de ruedas». Cuánta tristeza reconcome ahí, cuántos silencios y soledad; y qué irritante el convivir con extraños, cuánta tirria agria y cuánto quejido lastimero rompiendo la frágil paz de la noche. Se puede entrar con las facultades medio enteras y al poco la deprimente rutina diaria infecta hasta la gana de vivir al verse un único paisaje: los que están peor marcan las horas y recuerdan a todos el camino a lo inexorable. En ese gimnasio mental se extenúa cualquiera: idea mazo pilón.

David Grabowski, profesor en Harvard y asesor del gobierno estadounidense sobre la tercera edad, habla claro:  La pandemia no ha acabado para los ancianos en las residencias . Y mirando atrás, se duele:  No fue una buena idea aislar a los ancianos en residencias;   fue una política terrible . Ya, pero lo sigue siendo y aún lo será un tiempo, son negocio firme y no hay alternativa a la vista, aunque la solución de Grabowski plantea centros más pequeños y con personal mejor formado y pagado; o una inmigración que podría ser una fuerza laboral en los hogares de ancianos que urgen hoy más personal de dependencia, lo que tiene su algo de vergonzante: ¡Ten hijos para esto, para que sólo te cuide o vea un ajeno y lejano emigrante!, lamenta una abuela que cuidó a sus ancianos padres en casa como se hizo siempre y hoy ve cómo los hijos huyen de la vieja obligación y ni pagan por zafarse de ella asaltando su pensión o tirando de lo público. En nuestro caso, quizá es que León, que tanto exalta su ombligo histórico y saca bandera o cunas a la mínima, invoca también otra tradición más vieja que cuidar de los yayos en el hogar, aquella férrea tradición de nuestros abuelos astures que abandonaban en un cruce de caminos a sus enfermos crónicos o viejos postrados confiando en que pasara por allí alguien sabiendo el remedio a su mal. Hoy no pocas residencias son ese cruce de caminos.

tracking