Diario de León

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El victimismo, una representación teatral clásica del nacionalismo catalán, sigue concentrando parroquianos alrededor del escenario de la vida social y política en Cataluña. La última gran representación gira alrededor del escándalo protagonizado por el Fútbol Club Barcelona, cuyos directivos actuales, renuentes a aclarar en concepto de qué el club abonó ¡hasta un total de siete millones y medio de euros¡ a un árbitro (Enriquez Negreira) que durante varias temporadas ocupó la vicepresidencia de la organización arbitral. Cuantiosas derramas que Joan Laporta, el actual presidente, ha tratado de justificar —sin éxito— alegando que obedecían al pago de informes que periódicamente realizaron el colegiado y uno de sus hijos.

Consciente de lo endeble —por no hablar de lo increíble del argumento— el mencionado Laporta, conocido partidario del fugado Carles Puigdemont, decidió tirar por elevación acudiendo a una fórmula que tiene mucha tradición en Cataluña: fingirse la víctima. Víctima de una conspiración urdida contra el Barça en un momento en el que el club es líder en la Liga.

En la lógica de los conspiranóicos siempre debe haber uno o más culpables. En éste caso, el señalado como «equipo del Régimen» (de Franco), ha sido el Real Madrid. Un disparate, una cortina de humo para desviar la atención sobre la cuestion de fondo: los pagos inexplicados al árbitro Enríquez Negreira. El club blanco ha respondido a la acusación de haber sido el «equipo de Régimen» con un video que tomando imágenes del Nodo —el documental del franquismo— repasa diversos hitos de la intensa relación del Barça con Franco. Desde la intervención del dictador que permitió la recalificación de los terrenos sobre los que se levantó el estadio hasta la concesión de la medalla del club al Caudillo. Los hechos son tenaces y la rechifla ha sido general. Millones de personas han visto el vídeo.

En el recurso al victimismo, Laporta ha encontrado un costalero predecible en el Govern de la Generalitat que ha pedido al Real Madrid que retire el vídeo. Dicho gobierno está presidido por Pere Aragonès, dirigente de ERC que en la fase previa al intento de golpe del procés pasaba por ser el autor de la frase «España nos roba», sintagma cumbre de la mendacidad y palanca clásica del victimismo de los separatistas catalanes. Nada nuevo, salvo que, en el caso del árbitro millonario, serán los tribunales —esperemos que con mas diligencia que en el caso de la familia Pujol— los que determinen quiénes han sido las víctimas y a quienes les pudieron robar durante años los partidos de fútbol».

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