Editorial | El negocio de la ORA puede con la ordenación
Más de dos décadas de negocio creciente y un marco que se amplía tanto en lo espacial como en lo económico. La gestión de la ORA tiene claro sobre todo dónde se producen los mayores ingresos del control y cobro de aparcamiento, y no está dispuesta a ceder terreno de esta ganancia en aumento. Buena prueba es el sector de Condesa de Sagasta, donde la empresa recauda uno de cada diez euros de los que se dejan los conductores en aparcar por tiempo limitado en un centro de la ciudad que cada vez se amplía más. Hace ya tiempo los técnicos de tráfico advirtieron de la necesidad de cambiar el estacionamiento en batería de esa vía principal de comunicación por el aparcamiento en línea, con el objetivo de descongestionar el apretado margen de maniobra que queda a los dos carriles para vehículos. Un cambio que no se ha producido. La rentabilidad de los espacios de aparcamiento puede con la racionalización del tráfico, y los ingresos de la regulación del aparcamiento se ponen por encima de los intereses y la seguridad de los conductores.