Aquel belga
Por ahora, por mayo (que era por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos se encañan y están los campos en flor), llegaba a León un belga alojándose una semana en el Hostal. No era nadie nombrado, sólo un belga cualquiera; y a juzgar por su coche algo viejo, nada acaudalado, aunque se tuviera entonces a San Marcos por uno de los mejores y más caros hoteles de España. A lo que él venía era a pescar, sólo a pescar en ríos que entonces eran aún un privilegio europeo, 3.000 kilómetros de cauces trucheros, un paraíso en el que los ojos de Miguel Delibes empezaron en aquellos años 70 a hacer chirivitas asomando después asombrados en su releído libro «Mis amigas las truchas».
La baca del coche del belga venía llena de cañas guardadas en tubulares, varales largos dos o tres, cañas de alcance y cañitas de látigo. Una vez alojado en el hoy parador, su programa era sencillo: salir de mañanita a pescar (siempre en tramos libres, cotos ni gastaba), teniéndole ya dispuesta en recepción una bolsa de viaje con bocadillos, fruta y refrescos, su dieta de laboreo para no tener que dejar el río ni tampoco un puto duro en la hostelería lugareña de sus destinos. Volvía de atardecida y algún día ya de noche por haber aprovechado los primeros serenos casi estivales, tan fecundos entonces, cuando el cupo de pescador/día era de veintiuna truchas que él traía seleccionadas (sólo cogía las gordas), pesca que tenía acordada comprársela el propio Hostal, cuyo relais era entonces de ajetreo y categoría. Enrique M., entonces director del hotel, me comentaba asombrado y no poco indignado que, hechas las cuentas al final de su estancia, no sólo tenía pagado su alojamiento, sino que además había que darle una buena cantidad de dinero por la pesca, permitiéndose así aquel belga el lujo de haberse dedicado toda una semana por la cara a su afición favorita en los mejores ríos del continente y dormir en una joya plateresca sin dejar mayor gasto. Y la pregunta odiosa: ¿por qué entonces, con 45.000 licencias -y aquel belga-, se pescaba tanto y después pasó lo que pasó?...