Editorial | El conflicto que emana de los pastos

El Ayuntamiento de Riaño se verá obligado a entregar los pastos a la ganadera asturiana a la que la mesa de contratación adjudicó el aprovechamiento pero cuya decisión no fue ratificada por el Pleno municipal. La justicia le ha dado la razón al interpretar que dos concejales presentes en la sesión plenaria deberían haberse abstenido en la votación ya que mantienen interés directo con un ganadero local que se presentó a la adjudicación. Ahora, además, el consistorio se enfrenta a un contencioso para indemnizar con 176.000 euros a la perjudicada, una cifra con la que exige compensación por dos años sin cobrar la PAC y por tener que alimentar a sus 63 reses. En el trasfondo de este conflicto pervive la situación de precariedad con la que se ven obligados a lidiar los ganaderos de extensivo, con escasez de pastos y precios que se disparan y que dejan fuera de juego a los leoneses frente a los foráneos.