Paracas
De los creadores del Pisapraos, esa evolución del homo Decathlonensis que campa por los pueblos como si fuera un parque temático cada año por estas fechas y hasta que el otoño pierde su nombre, la primavera de 2023 anuncia la superproducción de un nuevo éxito. La factoría urbanita montada para redimir al conocido en los despachos como mundo rural o, en su variante más intensa, España Vaciada, exhibe desde este pasado jueves y hasta el 28 de mayo un nuevo personaje con la encomienda de enseñarles a los paletos lo que necesitan, porque no saben ni lo que quieren y luego les da por pedir los mismos derechos que tienen los que viven en las ciudades e, incluso, fíjate lo que te digo, se empeñan hasta en reivindicar servicios básicos.
El Paraca, subespecie política que prolifera en las elecciones municipales, aterriza en las localidades alejadas del radar para mostrar el asentamiento de los partidos mayoritarios en el territorio y que se vea que llegan a todos los sitios, aunque tengan que ponerlo en el GPS para no perderse. Ahora, sí que acabamos con la despoblación. La fórmula para repoblar el territorio va un paso más allá de hinchar los censos, como en esos municipios donde los alcaldes han echado la cuenta de las esquelas de sus votantes de los últimos cuatro años y, al no cuadrarles los votos que salen por los que entran, deciden fichar fuera sin las trabas anteriores a la Ley Bosman.
El truco del Paraca sirve para que el partido pueda presumir de que tiene candidaturas en todos los municipios y, sobre todo, sumar papeletas para la elección de los diputados provinciales en cada partido judicial. No importa que el aspirante no sea del pueblo, ni conozca problema alguno, ni le importen los vecinos más allá de lo que le preocupa la supervivencia de la cigüeña negra. Con esta mecánica, el PP, por citar un caso, ha hecho la lista de Puebla de Lillo con personal de confianza del que tiene a sueldo al otro lado del Manzanal, lo que a su vez le quita competencia a su exalcalde, Pedro Vicente Sánchez, en espera de lo que diga la sentencia de la Operación Púnica. Al lado opuesto de la provincia, el PSOE ha seguido el ejemplo en San Martín de Don Sancho con el chico de los recados de Tudanca, Álvaro Lora, acompañado de la diputada Andrea Fernández y el eurodiputado Ibán García del Blanco. Prepárense que van a saltar. La política es un deporte de riesgo.