Queda el viejo
Carlos González Antón y la asociación de Entidades Locales Menores acaban de conseguir lo que no les ha incumbido a los políticos de León. Unos y otros han escurrido el bulto como mejor saben hacerlo para negar el agua que les robó el Adif —siempre el Adif— con la obra de la Variante de Pajares. Al final son los que a simple vista parecen débiles quienes consiguen demostrar que a los gigantes se les gana con la honda de la dignidad. A partir de ahora, y a pesar de que el Miteco —el ministerio que no deja de aprobar parques eólicos y monstruos fotovoltaicos en la provincia— haya publicado en el BOE la reversión del agua de los acuíferos a la vertiente leonesa de la montaña, habrá que estar al tanto de que la promesa, que no es más que la obligación de cumplir con la ley, se haga real. ¿Dónde han estado hasta ahora todos los diputados y senadores del PP y del PSOE? ¿Qué promesas, qué obligaciones han incumplido para llegar hasta aquí?
Porque el lucro cesante de los ganaderos no es lo único que tendrán que recomponer. Queda una naturaleza sajada, una cordillera mutilada en la savia que la convierte en lo que la ha traído hasta nosotros tal y como la conocemos. En presente, porque las consecuencias de veinte años de obras cuya financiación fue incrementándose a golpe de cambio de ministro no se conocerán hasta que pasen al menos otros tantos.
¡Queda el viento! como diría el payaso de la tragedia de ese otro asesinado por la corrupción. Si, así que pasen cinco años, o diez o los que sean, que con León los años lo hacen sin que nada avance con ellos, que el sueño va sobre el viento por este lado de España, como en el poema de Lorca.
¿Qué le pasará a una montaña a la que le roban el agua? Depende de dónde esté la montaña. ¿Qué les pasa a los hombres cuando les quitan la dignidad? También, lo mismo, siempre depende del lugar en el que vivan los que se le dejan arrebatar. Sobre la misma columna/abrazados sueño y tiempo/cruza el gemido del niño/la lengua rota del viejo...