A las barricadas
Serán elecciones llamando a la épica a cornetazos. Las convocaron para sorpresa de propios y susto de extraños por necesitar barricadas que rompan la «ola del sunami azul» que el 28-M anegó tantísimos arrozales del socialismo. Sánchez, aturdido por el guantazo, sacó de su manga una última carta confiando que sea un as de oros o al menos un rey de copas que podría volvérsele sota de bastos (la puta) o caballo de espadas (el verduguillo). Necesitan barricadas las izquierdas y las izquierdinas tras campar cada cual por su lado haciéndose rotos y guerras que siempre acaban ganándolas los otros sin bajar del autobús. Fue el caso.
Así se vieron las izquierdas este domingo de aguas que acabó en noche de urnas con zambombazos de desconsuelo y petardos del enemigo jibándoles el sueño. Así se vieron. Insomnes. Derrotadas. Humilladas. Y desorientadas. Se acostaron royendo estaca. Y al despertarse, el dinosaurio seguía allí... y a su vera, con carita de Ayuso, una muñeca hawaiana de las que menean cadera en los salpicaderos de coches. Pero a media mañana del aciago lunes cambiaron los ánimos sobresaltándose al salir Sánchez con carapalo y determinación: habrá elecciones pasado mañana, anunció. Y fue como decir a los suyos y a su parroquia « Vamos a pararlos » (este será el lema de campaña), o sea, ¡prepárate, chaval, que sales a calentar! Así que más de uno ya se apresta a ir a la prórroga urgido de fe antigua y muchas ganas de revancha. Incluso los habrá capaces de tararear el viejo estribillo del himno del anarquismo español de letra olvidada hasta por los propios cenetistas de hoy que la ignoran si no la buscan en internet:
Negras tormentas agitan los aires, nubes oscuras nos impiden ver.
A unque nos espere el dolor y la muerte, contra el enemigo nos llama el deber.
El bien más preciado es la libertad
hay que defenderla con fe y valor.
A las barricadas, a las barricadas,
por el triunfo de la Confederación .
La de Sánchez es otra jugada de las suyas, un órdago desesperado en un mus mentiroso. Pero cuidado, ¿y si le sale?...