Editorial | Un peligro que requiere respuesta

Los engranajes de la seguridad ciudadana y la Justicia no disponen siempre de las medidas adecuadas para dar respuesta ágil a los problemas cuando surgen. Así lo prueba la dilatada experiencia tanto en las comisarías como en los juzgados. Pero parece exigible un esfuerzo cuando hay un problema cierto y conocido. Lo que está ocurriendo con los alcantarillazos requiere soluciones. Tanto para los establecimientos que sufren perjuicios notables —empezando por los daños en sus instalaciones—. Como para los viandantes que pueden resultar lesionados con los restos de los ataques, tanto en forma de cristales rotos como por la ausencia en las aceras de esas tapas que han sido usadas en los ataques a los locales. La reiteración muestra la necesidad de que se vigile y actúe en todo lo posible.