Diario de León

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Fue precisamente un rayo, como los que en estos días hemos presenciado una tarde sí y otra también, el que hace justo un año provocó uno de los peores incendios de la última década en España. El incendio de La Culebra, en Zamora, calcinó 56.702 hectáreas, el 5,3 por ciento de la superficie de esa provincia, y lo que es peor, se cobró la vida de cuatro personas, un brigadista, un voluntario, un vecino y un pastor.

Doce meses después de esa tragedia la mayor parte de los árboles quemados ya se han talado y en algunas zonas ha rebrotado la vegetación pero tendrán que pasar aún décadas para volver a dibujar el paisaje y la riqueza de recursos naturales y medioambientales de los que presumía esta reserva de caza de riqueza faunística y medioambiental del noroeste de la provincia de Zamora.

El primero de los incendios se inició entre las ocho y las nueve de la tarde del 15 de junio de 2022, cuando los rayos de una tormenta seca originaron hasta catorce focos de fuego, en un momento en el que el dispositivo contra incendios de la Junta de Castilla y León se encontraba a medio gas porque el nivel de peligrosidad de incendios aún estaba en un nivel medio.

Quizás sea este uno de los motivos por el que la Junta de Castilla y León ha adelantado este año el inicio del nivel de peligrosidad más alto al 12 de julio. Motivos no faltan, ya que a pesar de las últimas lluvias, las masas forestales están realmente secas, por lo que cualquier tormenta o imprudencia puede desencadenar en horas una tragedia similar a la que el año pasado se originó en Zamora, y más cuando, según datos de la propia Junta, casi la mitad de la superficie forestal de la provincia está en riesgo alto de incendios por la acumulación de combustible forestal.

La campaña de riesgo alto de incendios arranca, y lo hace con un panorama que no se presenta nada favorable, ya que según el último parte de la Junta, en remitido ayer a última hora, fueron cinco los incendios declarados en la tarde ayer, concretamente en Ávila, Burgos, Segovia, Soria y Zamora, uno por rayos, otro por quemas agrícolas, otro por una cosechadora y otros dos por lo menos intencionados. Todo apunta a que va a ser una campaña complicada, empieza la fiesta.

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