Editorial | Los okupas, un caso complicado
Los máximos responsables provinciales de la justicia llaman la atención no sólo sobre la complejidad de determinar los delitos que se entremezclan en el polémico movimiento de los okupas, sino sobre la necesidad de agilizar al máximo los procedimientos, como se ha comprometido tantas veces desde el Ejecutivo. Para avanzar en este terreno es fundamental que este tipo de delitos no se gestione a través de jurados populares, como ocurre en la actualidad en muchos casos. Las causas son dos: por un lado, los supuestos de conexidad que se plantean, es decir, la vinculación de varios delitos que hace complicado para los ciudadanos llamados a ser tribunal poder discernir en las causas de ocupación de viviendas. Y por otro la necesidad de no dilatar los procesos. Los presidentes de las audiencias provinciales advierten de que los juicios con jurado pueden retrasarse dos años, mientras que ante un juzgado puede tramitarse como juicio rápido.