Hay subasta
El guiso, el tuya-mía y el trágala fueron la secreta labor de los días del Parto Municipal. Otra vez la elección de alcaldes dejó un rastro largo de enjuagues en la sombra, órdenes desde la casa madre y plan de vida padre para quien la busque y la encuentre, de modo que el coitus interruptus de Trías en Barcelona no fue el único gatillazo en la gana general de encamarse como sea y, a la mínima, cagarse en la voluntad popular sabiendo que dentro de cuatro años se habrá olvidado. Ahí van las listas más votadas viendo cómo la lista más tonta o perdedora se llevó la vara gracias a pactos cocinados y dictados por el sol que más calienta... «cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras», y así hay murallas que vocean hoy su escándalo.
Y aquí comparece Margarita de las Altas Torres y Álvarez de Sotocalambres, candidata de los populares ofreciendo a los leonesistas que, si pactan con ella (del pacto al pasto sólo hay una «s» culebrilla), les vende la mitad de la alcaldía, es decir, dos años cada cual en darse prisa para repartir la caja al son de los titos de Corbillos que hay que cocer en agua de borrajas para zamparlos sin atascar el gañote. Y a tragar. Técnicamente, lo de esta candidata ¿es bajada de pantalones o de faldas?... Cuánta generosidad, qué pasteleo.
En el ayuntamiento de León socialistas y populares rondan a la pícara leonesista vestida de la tiá Justina para llevarla al catre sabiendo que la Diputación, al fondo, va también en el paquete o la dote. Y los leonesistas (que no saben si los fardeles de votos que les llegan rebotados del chasco o de la ira los tienen o los sueñan) están hasta en posición de chantaje jugando al «quién da más» y recordando lo de «pero Colás, ¿qué las das?... ¡quinientas más que los demás!». Es lo que se negocia, lo otro es cosa menor: kioskos, posturas y amigos a situar. Se subasta la voluntad y se vende el voto que les dieron para otra cosa. Pasen y pujen. Y don Pedro Grullo pregunta si los leonesistas son de derechas, de izquierdas, de su padre, de su madre o del ayayay (lo que sean, pero el Psoe les dará más... se sabe).