Ni renombrando Ordoño lo hacemos
El líder del bercianismo recordaba el papel de Isidro Rueda para cambiar Ponferrada. Hace algo así como 150 años, fue alcalde bastante tiempo y también diputado. Ahora, Iván Alonso se ha quedado solo al frente de la nave al naufragar Tarsicio Carballo. Como número dos del Ayuntamiento de Ponferrada tiene una ocasión de oro para reimpulsar la ciudad. Por ello, ha echado mano del legado de Isidro Rueda. El hombre que en el siglo XIX trajo el tren al Bierzo. Y que consiguió que, en la construcción de las nuevas carreteras, se alterase el trazado del viejo Camino Real para trasladarlo del eje Bembibre-Congosto-Cubillos-Cacabelos —por donde hoy está el pantano de Bárcena— a su actual paso por la capital berciana. Entonces, como ahora, ser centro de comunicaciones era la palanca del futuro. Por ello, la comarca afronta de nuevo una encrucijada vital.
El recuerdo de su ciudad natal a Isidro Rueda se reduce a una calle secundaria en La Puebla. Es quizá un símbolo de esa mala memoria que tiene la sociedad. Lamentablemente se escribe con renglones torcidos, muchas veces interesados.
El caso podría extrapolarse probablemente a casi todas las localidades imaginables. En las que como iba unidos el trabajo y la humildad, al final las cosas parece que llegaron llovidas del cielo.
En León, hace tiempo que se le retiró el nombre del estadio de fútbol a Antonio Amilivia. En una ciudad que debe bastante a los Antonios. En el caso del que fuera presidente de la Cultural y Deportiva Leonesa, el reconocimiento pendiente se hace más claro cada día que pasa. Al comprobar la evolución del equipo. Una persona capaz de llevar la Cultural a Primera División quizá se merecería, como mínimo, que se renombrase Ordoño II o la glorieta de Santo Domingo.
Decía los Antonios, ya que hay más. A Viñayo, a Pereira, a Trobajo, a Del Valle... hombres del siglo XX que reimpulsaron una ciudad y probablemente una provincia sin quizá todo el eco que se merecen.
La capacidad de hacer justicia con los recuerdos dice mucho de las sociedades y de las personas. Lo pensaba el otro día oyendo al nuevo alcalde de Ponferrada, Marco Morala (PP), homenajeando a sus predecesores e incluyendo en la lista al socialista Celso López Gavela. ¿Alguien se imagina a Zapatero emitiendo el mínimo atisbo de reconocimiento hacia Suárez, Aznar, Rajoy o Feijóo? Uf... el talante...