León en lo alto
Que al mejor somelier del mundo le hagan aquí leonés nos llena de paisanaje, orgullo y satisfacción (saca pan y vino, chorizo y jamón... y el porróóón), pero no nació en León, aunque desciende de gente de Vegamián y no sabemos hasta qué grado pueda lucir por ahí su leonesía, algo que no siempre se da en la gente que tuvo que salir de aquí. Imagino que no sea el caso de nuestro hombre, a poco sensible que sea con la memoria del pueblo de sus antepasados que tuvieron que abandonar valle, vida, casa y toda seña de origen porque Vegamián quedaría sepultado bajo las aguas del que dicen también «embalse de Boñar». Miguel Ángel Millán se llama, es jefe de bodega del tres estrellas DiverXo, donde la leonesa real Marta Campillo fue premio nacional de Gastronomía 2021 como mejor jefa de sala, ¡aúpa esa gala, rapaza! También es cierto que aquí gusta mucho subir al pendón a nuevos paisanos triunfantes para después, si vinieras chismes o tirrias, poder menearles el mástil de la honra haciéndoles caer como si fuera de un guindo.
Que León sea además la cuarta ciudad española -tras Manresa, Barcelona y Gerona- donde más infidelidades se computan, ¿también enorgullece? (el satisface se da por descontado)... ¡alza el rabo, León!, cuna del adulterio parlamentarista, capital del rollito y tente tieso, ciudad fértil para buscadores que facilitan ser buscón o buscona. Así lo confirma la plataforma Ashley Madison de citas extramatrimoniales. Ella sabrá; y algo debe saber, porque desde que vino el negocio digital de citas y follamigos, esto es un crecer y no parar, dejando bien claro que la gente debe andar hastiada o borde en su fatiga conyugal y ya no se priva de buscar una discreta, cómoda y barata aventurilla que, por lo visto, aquí empieza a ser como ir de vinos, con lo cual se va haciendo menos necesario el puticlub, razón por la que el sindicato de pilinguis y pilingos debería ir al juez o al ministerio de estas cosas denunciando a las plataformas alcahuetas digitales por clarísima competencia desleal y abuso mercantil. Ahí le duele.