Hostigados... por pancartas
Tony Leblanc forma parte, con total merecimiento, del capítulo más brillante del cine cómico. Sus andanzas, por las calles de un Madrid a medio camino entre el blanco y negro y el color, permanecen muy vivas en la memoria de varias generaciones de españoles. Incluida esa secuencia de Los tramposos , en la que se reproduce con todo detalle un timo de la estampita. Verla en la gran pantalla probablemente a más de uno le evitó un disgusto caro. También sirve de buen ejemplo de que la mayoría de las presuntas víctimas de timos son en realidad reos de su propia codicia, incluso intentando estafar a un discapacitado, como en las estampitas, que al final no eran los billetes que se asomaban por el sobre.
Leblanc mostraba grandes dotes, al menos mientras se rodaban las películas, para el engaño y la mentira. Ese auténtico vicio que enraíza con contundencia para convertirse en un hábito que pone en evidencia, más pronto o más tarde, al protagonista. Algo así como ocurre con los timos, el que se cree el listo acaba por mostrar sus vergüenzas a golpe de contradicción. Si incluyese refranes sobre la torpeza que supone el recurso a la mentira llegaría ahí abajo, hasta donde pone OJD, y me faltaría otro tanto de columna.
Pero en este extraño año electoral parece que cabe todo. Se deforman las cosas como haga falta. Lo pensaba el otro día al contemplar la protesta feminista ante el Ayuntamiento de Ponferrada por la baja condena que pide la Fiscalía para Pedro Muñoz. Con sólo buscar en Google habrían observado que la sede de este ente está en la céntrica calle Ave María. Y que los juzgados están en otro barrio también alejado del Consistorio.
Quizá haya sido la primera estampita que asoma del sobre de un mandato previsible. Al menos, en materia de pancartas. De las que han echado a Coalición por el Bierzo por un supuesto pacto con Vox que también extraen de la manga. Ayer se vio en Valladolid que no hay tal acuerdo. Y lo más curioso, compartiendo pancarta con podemitas a los que hasta Pedro Sánchez ya pone en evidencia, por los beneficios penitenciarios a más de un millar de condenados por agresiones sexuales. En un mandato que sucede a otro, en el que nadie se acordó de que en este Ayuntamiento había un pacto PSOE-CB... firmado por Muñoz... pero que parece que no lo dirigía hasta que ha resucitado políticamente... ahora...