Editorial | León alcanza el sueño de tener el reconocimiento a su raíz parlamentaria
León tiene el privilegio de atesorar en su intenso pasado histórico un episodio clave en la historia de la Humanidad. Sus Decreta, reconocidos por la Unesco como Memoria del Mundo, supusieron un avance fundamental. Fueron el resultado de una Curia Regia —una especie de Cortes— convocada por un joven monarca del viejo Reino de León en la que se abrió la puerta a la participación y escucha de la parte de la sociedad alejada de las clases privilegiadas clásicas. Fue un avance primitivo pero decisivo hacia el parlamentarismo contemporáneo y así será hoy reconocido en una cumbre que alumbrará otro documento histórico. La llamada Declaración de León sobre Parlamentarismo surgirá hoy con el aval de los máximos representantes de las cámaras de los países europeos. Será un documento a tener en cuenta mirando hacia el futuro sobre la evolución de las democracias. En un mundo en transición, marcado por los importantes retos que genera el siglo XXI y también por los riesgos ciertos que apuntan los temidos populismos y extremismos, resulta fundamental ratificarse como sociedad europea que comparte el futuro basándose en unos valores anclados en la defensa de los derechos y las libertades que ha alumbrado el viejo continente a través de una serie de episodios como el ocurrido allá por 1188 en la Basílica de San Isidoro. En ese mismo escenario surge en esta jornada del 30 de junio de 2023 esa Declaración que debe enorgullecer desde ya a esta tierra, y que debe recibirse como el ansiado reconocimiento de todo el continente hacia esa raíz parlamentaria que generó el rey Alfonso IX hace más de 800 años.
Felipe VI, que incluye entre sus títulos el de Rey de León, estará hoy presente en ese mismo recinto que alumbró los Decreta en el siglo XII, y presidirá una cumbre que pone en marcha la Presidencia Española de la Unión Europea. El episodio que se vivirá hoy en el casco antiguo de la ciudad tendrá ecos futuros gracias a esa Declaración de León, una nominación que deberá ser tenido en cuenta desde ya por todas las instituciones para conseguir su puesta en valor en el devenir de la democracia a nivel global.