Editorial | Un termómetro del dinamismo social

La radiografía que acaba de publicarse sobre los hogares de la provincia, y sobre en qué forma compran y ocupan las viviendas, es todo un termómetro del dinamismo social de León. Y, por tanto, de su pulso económico. El cambio en el modelo de familia dispara la cifra de hogares formados solo por una persona, una parte cada vez más abultada de ellos por el envejecimiento (con el problema de soledad no deseada que conlleva), y otra debida a las dificultades que encuentran los jóvenes para formar una familia por la inestabilidad económica y laboral.

El análisis evidencia además cómo, tras el crecimiento desbocado de la construcción en la primera década de este siglo, en los últimos años el frenazo ha reducido en diez veces las viviendas puestas en el mercado. Todo ello tiene importantes consecuencias para la actividad económica de la provincia. Menos hogares y con menos miembros implican menor demanda de productos y un gasto más reducido. A cambio, cada vez se requieren más servicios. El ansiado cambio del modelo productivo local se antoja cada vez más difícil con estos mimbres.