Yogui en Babia
El sentido más agudo del oso es sin duda el olfato. El pardo, que por aquí campa resucitando de su fase vulnerable y creciendo en población que ya acojona a lugareños, puede oler a 30 kms, sobre todo si es sangre o carroña. Quiere decirse que desde Babia un oso puede oler si en Villarino del Sil hay jalufo, fruta, un yogur caducado en un contenedor o cebollas en la huerta (¡¿pero cómo pueden gustarle las cebollas así, a pelo, y sin lavarlas antes en un reguero?!), y allí se plantaría, siempre y cuando los osos residentes se lo permitan, que los hay, y en esto de fijar lindes pueden ser tan rudos como Aquilino el de Grulleros que le bajó los sesos de un terronazo a un vecino meticón y pisamuertos.
En la Bonaigua del Pirineo leridano tienen hoy líos con un oso que se toma muchas confianzas (¿socializa?) y huronea por los pueblos azuzando temores (nunca hay que fiarse de un oso, especialmente osa parida). De nada ha valido el protocolo de hostigarlo con ruidos y pelotazos para disuadirle. Vuelve. Hasta los ecologistas ruegan capturarlo y alejarlo... o alguien le recetará lazo o cartuchazo, cosa que también maquinará algún vecino de Laciana, Babia o alto Sil al sucederse últimamente asaltos a huertas, colmenares o ganado. Es viejo litigio, histórica enemistad que llevó a nuestros abuelos a considerar sujeto de hazaña y gloria a quien apiolara un ejemplar adulto, perpetuándose así en la memoria local y hasta disecando al bicho para entronizarlo, por ejemplo, en el salón de plenos de Boñar .
Villarino del Sil está hasta el cuerno que llama a rebelión. Una osa y tres crías reiteran visitas al lugar ahuyentando a veraneantes o asaltando huertas donde a un vecino le devoraron 40 cebollas y 36 lechugas por las que la Junta le indemnizó con ¡16 euros! Andan allí encabronadetes. En alguna ocasión el oso se encaró a gente gruñendo ataque. La vecindad denuncia: la Junta no aplica el protocolo que rige en estos casos, incluido destierro del animal. ¿Será que la Junta cree que esos osos son Yoguis en una Babia idílica?, porque ella sí que está ahí... tan pancha.