Verde que te quiero verde

Por fin el medio ambiente tuvo su cuota de pantalla en un debate electoral, aunque sea a costa del incomprensible y retrógrada negacionismo del que hace gala Vox en todas sus intervenciones. Es una verdadera pena que todas esas energías que gastaron el miércoles los tres candidatos a la presidencia que participaron en el debate de Televisión Española fuera un absurdo tira y afloja con el que uno trataba de echar por tierra la evidencia del cambio climático, y con el que los otros dos trataban de abrirle los ojos ante una realidad que estamos padeciendo todos con las cada vez más largas olas de calor, la sequía, la desertización, las desmesuradas tormentas, los inviernos cada vez más duros, la falta de alimentos o las enfermedades que sufre la población en forma de problemas respiratorios. Ni una sola propuesta que llevarse a la boca, bueno sí, la creación de más regadíos que propuso Santiago Abascal, sin precisar exactamente de dónde piensa sacar el agua, bueno sí, de un nuevo Plan Hidrológico Nacional, capaz de repartir toda la reserva hídrica en España allí donde sea necesaria, eso sí con nuevas infraestructuras y con más pantanos para almacenar más recursos.

También se oyó la necesidad de seguir explotando combustibles fósiles, revertir la prohibición de vender coches de gasolina y diésel, recuperar las centrales de carbón, construir más centrales nucleares y, en definitiva, sacar a España de ese ecologismo radical que para la formación ultra viene a ser el principio de los males de la economía española. Sí que es ciento que el tema de la minería sigue escociendo especialmente en la provincia de León, cuya cuenca minera vio como su futuro quedó al mismo nivel que el carbón que fue su sustento de vida cuando se cerraron todas las minas. Pero nos guste más o menos todo eso forma parte del pasado y el futuro tiene que ser más verde, no del verde que pinta Vox, del verde que viene de la mano del hidrógeno, de las fuentes de energía renovables, del verde esperanza, del verde que te quiero verde, pero tampoco a cualquier precio, que es lo que desde el Gobierno de Pedro Sánchez se ha impuesto como una losa en los últimos años, con una política que impone, restringe y no escucha. El verde lo pintamos entre todos, avancemos.