Editorial | Una campaña muy veraniega

Los partidos que aspiran a gobernar España, o a medrar en dicha tarea, cerraron ayer una campaña que tuvo en el verano un inusual protagonista. La decisión de Pedro Sánchez de adelantar la cita con las urnas para irrumpir en medio de las vacaciones estivales ha condicionado las costumbres de millones de españoles que se han lanzado a aplazar viajes o a asaltar las oficinas de Correos en un esfuerzo decidido por ejercer su derecho al voto, pese a quien le pese. Aún así, puede que la peculiaridad de la fecha acentúe una abstención que, aunque entre en la ecuación de alguna estrategia política, supone un varapalo para cualquier sociedad democrática. Al menos en esta campaña ha habido debates, de poco nivel (todo hay que decirlo) pero representativos de lo que tenemos para elegir. Hoy, jornada de reflexión solo para aquellos que se han quedado en sus casas, es momento de haber balance y votar en consecuencia.