La casa de Correos y Telégrafos

Tras llegar a un acuerdo con el Ministerio de la Gobernación, en agosto de 1911, el Ayuntamiento de León convocó un concurso de proyectos para construir la nueva Casa de Correos y Telégrafos en un céntrico solar de esquina frente a la Catedral... Superadas las dificultades surgidas para la constitución del Jurado, el Concurso se falló en 1912 a favor del único arquitecto presentado: Manuel de Cárdenas, a la sazón arquitecto municipal, En 1914 las obras se adjudicaron a Manuel Suárez que, en 1918 dio por terminada la Casa… En 1991, la Diputación Provincial remodeló el inmueble para albergar una parte de sus Servicios... Cárdenas encajó el programa de necesidades exigido, en un sótano y tres plantas con torre en la esquina en torno a un patio. Dispuso las fachadas de piedra caliza en labra rugosa con zócalo calado, bajo dos filas de grandes ventanales: los de abajo escarzanos y los de arriba en carpanel con antepechos de atractivo dibujo. Entre los ventanales, machones con estrechas pilastras a modo de contrafuertes que se prolongan por el tercer orden separando estrechos vanos pareados bajo cornisa de modillones interrumpida por realzados frentes abalconados con huecos de medio punto, escudos y pináculos. Y en el chaflán un torreón sobre tres pasos enrejados, idénticos ventanales, huecos de alfiz escalonado y grandes óculos bajo los mismos blasones y remates… Contrariamente a lo afirmado por la historiografía local, ¡reiteradamente!, las bases del Concurso no exigían estilos nacionales, ni regionales, ni locales, sino que dejaban «al buen juicio de los autores el adoptar el tipo de construcción, estilo y disposición del edificio que mejor estimen»… Cárdenas, hombre de su tiempo y sin duda influido por el entorno, ideó una Propuesta neogótica con torreón rematado por chapitel, modificada en el Proyecto definitivo para acercarse a cierto Modernismo, presente en algunos de sus dibujos… Sin embargo, no debemos buscar las raíces lingüísticas y formales de nuestro edificio en Botines, sino en los madrileños Palacio de Comunicaciones y Hospital de Jornaleros, de Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, compañeros de promoción de Cárdenas… Pero eso es otra historia.