El papanatismo

La chifladura de humanizar a los animales de compañía ha superado hasta tal punto el límite del comportamiento de la parte presuntamente racional del grupo que las investigaciones se multiplican y las advertencias, no sólo sobre la ida de olla de muchos humanos sino sobre la vida, salud y comportamiento de los bichos, han rebasado también la línea roja que separa la prudente advertencia de las abiertas señales de alerta. La humanización irracional de los animales sometidos a la doméstica docilidad no deja de ser una forma de deshumanización de los congéneres. Una cosa es el cariño y el cuidado infinitos, que bien están; y otra igualar raseros de consideración. Eso ya sangra el límite de la moralidad.

Atentas como están las redes sociales a saltar de un lado a otro de cada línea roja en función de sus cuestionables intereses, resulta ahora que TikTok ha censurado el vídeo de un pescador gallego en el que se ve un pez mordido por un congrio. «Aquí no hay sangre ni tripas», se defiende el divulgador gallego. Cuestión poco relevante, porque la jodida naturaleza es así de dura: unos se comen a otros. La red ha eliminado las imágenes con la peregrina justificación de «maltrato animal». Un auténtico desatino de razonamiento. Con su permiso, no puedo reprimirme, una soplapollez que supera todo lo admisible.

Igual podían hacer lo mismo con la proliferación exponencial de series televisivas de bestialidad insoportable. No digo que no superada por algunas realidades, pero absolutamente prescindibles en el día a día de unos hogares que no tienen nada bueno que aprender de las mil y una formas de arrancar cabezas sin inmutarse.

Toda esta ñoñería no es nueva. Hace muchos, muchos años ya un amigo mío muy suyo provocaba diciendo que no estaba dispuesto a tratar a su perro como si fuera un animal. Yo lo tengo en casa desde hace décadas, no necesito lecciones ajenas. Tampoco las admitiré nunca de quien, crea cual crea que es su inexistente superioridad moral sobre cualquiera de mis creencias o aficiones, pretenda decirme cómo tratar a un animal cuando no es capaz de ejercer desde el respeto (no el mismo, uno irrenunciablemente superior) el trato a las personas.

Todo avance que permita proteger a los animales es bienvenido. Pero no nos volvamos imbéciles. La escala de valores nunca podrá ser igual con los humanos.