Editorial | El ruido reverbera ahora en el Burgo

No han pasado más de dos años desde que los vecinos del Barrio Húmedo anunciaran su renuncia a seguir luchando contra los ruidos del ocio nocturno por la imposibilidad de plantar cara no tanto a los negocios sino a sus clientes, porque hay que recordar que el laboratorio del ruido de la Universidad de León ya ha reiterado en varias ocasiones que el peor ruido es el que llega de la calle, no de los bares, que cuentan con un férreo control de los decibelios. ¿Qué ha pasado? Que, como viene ocurriendo por ciclos a lo largo de las décadas, las zonas de marcha fluctúan y ahora el meollo está en el Burgo Nuevo. Aquí están los pubs que se salen de horario, los que pasadas las tantas de la mañana siguen con la música infernal a todo volumen sin que nadie haga nada al respecto para evitarlo. El Ayuntamiento de León ha sido reprendido por el Procurador del Común. El alcalde de León debería recordar lo que pasó no hace tanto en Vila-Real, cuando el Supremo condenó a 18 años de prisión al regidor de la ciudad por hacer caso omiso durante años a las denuncias de los vecinos afectados por los ruidos. La responsabilidad no acaba a las 5.