Aquí, no
Algo le pasa al papa Francisco con España. Que no viene aquí. Que se niega. Que ni detiene el vuelo cuando cruza esto por el aire, siquiera sea por saludar a la franquicia o echarle agua al canario. ¿No era esta la reserva espiritual de Occidente ?... Ni por esas. Su Santidad declina y España anda a la cola de su nihil obstat. ¿Qué será?, ¿chi sarà? Respuesta floja dió anteayer a por qué en diez años de pontificado aún no viajó a este país, pese a reiterarse la invitación, rehusando incluso venir en cortito a un señalado Año Jacobeo de mucho fasto y pregón. Y dijo: No voy a ir a ningún país grande de Europa hasta no terminar con los pequeños. Empecé con Albania y, si bien fui a Estrasburgo, no fui a Francia; si bien voy a Marsella, no voy a Francia. .. si es así, también pudo venir a Compostela y no venir a España, lo mismo que ya fue aquella vez a Fátima ¿sin ir a Portugal?...
Si aquí ya le tenían poca tirria a este papa los católicos de veras y las requetecatólicas, hoy se creen insultados por sus desplantes y oídos sordos al clamor de esta España del apóstol Santiago , de la Virgen del Pilar o la de Covadonga (elija la más pequeñina y galana), la de san Ignacio de Loyola (su fundador, jesuíta es él), la de una Semana Santa con pueblo-tambor dándose en el pecho patria penitencial y la de un Valle de los Caídos por Dios y por España que está siendo profanado por la horda política de la desmemoria histórica y del perdedor revanchista. ¡Este papa es comunista!, susurran murmurando en el atrio o roncando voces a veces. Va de progre, dice el más piadoso. Y la verdad es que, al fin, en algo ha subvertido el orden viejo: ir de los pobres arriba y no de los ricos abajo, esa teoría del Opus (y media Iglesia) fijada en convertir y asistir primero a los pudientes y poderosos para que influyan. Pero también Francisco elige países pequeños por ser más pobres y, por tanto, el mejor vivero de la fe desesperada. Amén.
Y otra razón para su ahí, no: en el episcopado español hay carcundia refractaria, la ve, la oye, le irrita. Además, como argentino, él es italiano, el que se burla del gallego en chistes y mofas.