Edificio Lancia 22

Abril de 1974. Juan Antonio Miralles y Jesús Martínez del Cerro firmaron en León, este edificio para Elías Llamazares Redondo y Milagros Álvarez Canseco en un solar entre medianeras de la calle Lancia, cuyas obras dirigieron con José Manuel Pérez García como aparejador. Proyectaron una estructura de hormigón y dos sótanos: el segundo para garaje y el primero con local comercial y un recinto para calefacción. La planta baja con el típico local ocupando todo el solar y la rampa del garaje separada de un centrado portal con la bajada al cuarto de calderas, el puesto de vigilancia, la escalera principal de tres tramos y el ascensor en su ojo para subir a 16 viviendas en siete plantas a fachada y un ático retranqueado. Distribuyeron las viviendas por vestíbulo y pasillo, con el salón y el dormitorio principal a la calle y lo demás a un amplio patio interior. Trazaron el alzado exterior simétrico. En la base, accesos y locales. El frente principal en voladizo estructurado por franjas horizontales de ladrillo en tonos pardos entre sardineles que dibujan los antepechos de amplios vanos cerrados por carpinterías de aluminio y persianas de pvc enrolladas en capialzados forrados de madera, como los techos de las terrazas —hoy casi todas acristaladas—, cuyos petos ciegos se completan con pretiles de finos tubos de acero que se prolongan sobre ventanas y machones por toda la fachada… ¿La tópica superposición de bandejas voladas?... Sí. Pero también «La horizontalidad como principio de composición básico del proyecto»… Miralles y Martínez del Cerro miraban hacia Madrid... Esas bandas de ladrillo tipo «Puig» enfatizadas por sardineles, vierteaguas y tubos metálicos en paralelo, así como el revestimiento de madera en capialzados y terrazas matizando claroscuros, proclaman la influencia que, a su debida escala, tuvo, la «lujuriosa» e icónica obra de Juan Manuel Ruiz de la Prada, sobre cierta arquitectura residencial leonesa de los años 70.