Editorial | Una Justicia con estabilidad
El proceso electoral y el mes de agosto —tradicionalmente inhábil en el poder judicial— han dejado en el olvido los conflictos abiertos que existen en la Justicia. Los trabajadores de diversos sectores tienen pendientes unas actualizaciones salariales que seguirán reclamando. A lo largo de este año ya se han comprobado los graves perjuicios que se generan para toda la sociedad con el bloqueo de un servicio que tiene tanta relevancia como efectos directos en ámbitos muy amplios. El nuevo Gobierno que salga del actual proceso de investidura —sea a la primera o tras una repetición electoral— debería buscar un pacto de la Justicia que aúne transversalmente a las fuerzas políticas mayoritarias y también a los diferentes escalafones de trabajadores que presenta un poder tan delicado y singular.