Editorial | La responsabilidad en la montaña

La inmensa mayoría de los accidentes en la montaña se pueden evitar, un dato tan rotundo como la sucesión de muertes y siniestros con víctimas que están acumulando este verano los picos leoneses. No hay precedentes. Las salidas al campo se han multiplicado al mismo ritmo que las negligencias por subestimar los peligros que esconde la cordillera. El sentido común y la preparación forman parte de esa ecuación necesaria para evitar la falsa sensación de seguridad que aportan los GPS o los teléfonos móviles si lo que se intenta es ascender a Peña Santa con zapatillas. Y el mensaje no va sólo dirigido a los aficionados, cuya falta de conocimiento acaba poniendo en peligro su vida y la de quienes arriesgan la suya para rescatarlos; los montañeros profesionales sostienen que detrás de este fenómeno está el exceso de confianza y el miedo a pagar el coste de un rescate. En la montaña nunca hay recorridos sencillos.