Editorial | Un verano con la gasolina al alza
Los últimos coletazos del verano amenazan con vacíar del todo las carteras de los conductores que han tenido que asumir en sus desplazamientos vacacionales siete semanas consecutivas de subidas del precio de la gasolina. El último boletín de la Comisión Europea detalla que el coste supera ya los 1,709, el máximo de lo que va de año y el peor dato (para el consumidor) desde el registrado en agosto de hace un año, solo que en aquel entonces el pago se hacía menos gravoso porque aún estaba en vigor la bonificación de los 20 céntimos por litro. Si nos referimos al gasóleo, el palo es mayor, con una subida del 11 por ciento desde el inicio del verano. Como es habitual, no hay piedad ni pereza para trasladar las subidas al contador, aunque nunca ocurre lo mismo con las bajadas, en detrimento de las economías familiares que, junto al inminente principio de curso, no levantan cabeza con las ‘buenas’ noticias.