Editorial | El comercio rural merece más atención
La situación agónica que vive buena parte del mundo rural leonés convierte en auténticos héroes a las personas que permanecen al frente de los comercios que sobreviven al éxodo vivido en las últimas décadas. En la mayoría de los casos se puede asegurar que cada año tienen menos clientes potenciales y las nuevas formas de consumo, tanto con las compras online como con la posibilidad de desplazarse rápido a los grandes centros comerciales, les genera una competencia en el cliente joven incluso más dura que a los pequeños locales urbanos. Con ese panorama resulta imprescindible que se les preste más atención. Facilitan una labor impagable a esa población cada vez más envejecida que reside en los pueblos y que sin ellos tendría muy complicada la posibilidad de acceder a los suministros más básicos.