Elige cómo morir
La urgencia climática que ya sólo el zumbao trump etista niega te ofrece dos formas de morir (algo es algo, el asteroide sólo te da una), dos opuestos modos: o quemado en incendio arrasador (¿cuántos murieron en los devastadores incendios de Grecia de los que culpan a inmigrantes que secuestran y linchan?) o ahogado en torrencial inundación (¿cuántos muertos días atrás aquí, en China, Chile o la misma Grecia?), fenómenos que especialmente este año vienen multiplicándose como nunca. Elige. Y no olvides que si alguien se está ahogando y le ofrecen agarrarse a un hierro candente, no dudará en aferrarse a él a costa de una mano carbonizada. La que ya no se te puede ofrecer como posible es la muerte por congelación, tan liviana que dicen, ahora que los polos menguan y se derriten entre maldiciones del oso polar en el norte y del pingüino emperador en el sur, cuya población ya ha desaparecido en un 60%, mientras la tempratura de los mares sigue elevándose y anunciando cierto caos biológico de consecuencias que no tardaremos en descubrir (si el pescado sale de ahí ya cocido, ¿nos significará ese ahorro energético una menor huella de carbono?).
También te quedaría una muerte alternativa, la del loco que busca disparatarse, pues aseguran expertos y estudios que crece en el mundo la angustia existencial y suicida, especialmente entre los jóvenes, atizada em concreto por tanta alarma climática y el incierto futuro de un planeta hecho una mierda, lo que añadido a no pocos panoramas personales muy-muy tristes se convierte en un cóctel de cicuta mental.
Por de pronto, las que ya mueren de sed son muchas plantas a las que alcanzó el desierto o una sequía asfixiante, por lo que también aquí habrá que desterrar muchos cultivos por impropios al exigir una usual burrada de agua que ya no puede garantizarse. ¿Y cómo hacer que tanta mente labradora pase de la torga en borbotón a manta al goteo con vigilancia, diciendo adiós además al ladroneo de aguas subterráneas con sondeos clandestinos como los que desecan los charcales de Doñana?...