Diario de León

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Mónica González Diñeiro, especialista en control de plagas de la empresa Dermes, se pone una suerte de abrigo rojo con un protector para la cabeza que recuerda al que usan los apicultores, se cubre las manos con unos guantes y carga a la espalda el depósito con veneno para las avispas.

Las avispas no son cualquier cosa. Más bien son avispones. Ejemplares invasores de la Vespa Velutina, el avispón asiático, que están colonizando el Bierzo.

El nido que viene a inspeccionar Mónica antes de retirarlo se encuentra en el campanario de la iglesia de San Juan Bautista de Horta, en el municipio de Corullón, protegido de la lluvia bajo el alero. Y para acceder a él, Mónica González Diñeiro tiene que subir por una escalera de caracol estrecha, en el interior del campanario. En cuanto abre la puerta, un puñado de murciélagos comienza a aletear entre los peldaños, asustados por la luz.

El nido tiene más de sesenta centímetros de diámetro, debe cobijar a un millar de avispones al menos, dice Mónica. Y como es la una de la tarde, el sol está en todo lo alto y las avispas en plena actividad, decide volver por la tarde para retirarlo. Bastará con cegar la entrada del nido cuando todos los avispones se hayan metido dentro e introducir una sustancia tóxica que los mate sin que se alarmen, para que no huyan por otros huecos de la enorme construcción de celulosa que han ‘edificado’ la reina y las obreras a partir de un primer nido más pequeño. En total, Dermes, los bomberos, los apicultores han retirado más de doscientos nidos en zonas habitadas el Bierzo este verano cuando en los cuatro años anteriores no habían sumado ni cincuenta.

Así que lo de la Vespa Velutina en el Bierzo es algo serio. No solo porque las picaduras de una colonia ya han matado a una persona en una aldea de Ourense. También porque esta especie depredadora devora a las abejas. Entre el 20 y el 30 por ciento de los colmenares del Bierzo habrán desaparecido este año. Y la única solución es cazar a las reinas antes de que hibernen —¿a qué espera la Junta de Castilla y León para ponerse a ello en lugar de trasladar el problema a los ayuntamientos?— o el verano que viene encontraremos avispones en el campanario de la Encina en Ponferrada, en la torre del Reloj y bajo los aleros del Ayuntamiento.

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