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Me piden postura ante el pase en el festival de cine donostiarra de un documental-entrevista realizado por Jordi Évole y Màrius Sánchez al furibundo, confeso y convicto etarra Josu Ternera, doctorado en asesinatos por la Universidad del Odio, a quien cabría apodar (como al Arias Navarro en Málaga) Carnicerito de Miravalles , lugar vizcaíno donde le nacieron como Jose Antonio Urruticoechea Bengoechea (así consta en el Registro; el Josu Urrutikoetxea llegó mucho después), teniendo gracia ese nombre propio decidido por sus padres en un 1950 franquista a tope y joseantoniano en todo su folklore ideológico, o sea, ¿un Jose Antonio algo primo que con un Josu se lava?, ¿será que los fascismos extremos se tocan?... El documental se titula No me llame Ternera , ignorándose si con ello invita a llamarle chota, jata, becerra, novilla o utrera... ¿acaso ese Ternera no fue alias de guerra dado por los suyos, si es que no se bautizó así él mismo?, ¿tanto le incomoda el Ternera por ir asociado a chuleta o porque es como llevar al pescuezo un largo rosario de muertos y condenas en firme que superan los 2.000 años de cárcel?... ¿no me llames Dolores, llámame Lola?...

500 firmas encabezadas por gente de la cultura exigen no proyectar el documental considerando que trata de blanquear al terrorismo etarra. La dirección del festival, para quien Eta es una banda fascista y asesina , niega blanqueos: « es un documental que empieza con una víctima y termina con una víctima; y esos firmantes ni siquiera han visto o querido verlo, aunque se les ofreció un pase privado ». Por su parte, Évole justifica que dar voz a un criminal no es darle la razón; ahí prima la información, saber qué y su por qué. Pero asombra esa voluntad de censura de los firmantes sin que, curiosamente, se les sumaran las dos asociaciones de víctimas del terrorismo. Estamos ante un cerril tápale la boca a un asesino cuyo dedo en el gatillo sólo fue vicario de la voluntad de buena parte de la sociedad vasca que clamaba ¡Eta, mátalos! Y mientras tanto, Netflix agradece infinito que se le haga tanta publicidad gratis.