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León

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Los tiempos de la Justicia y sus razones no siempre son bien entendidos por la sociedad. Hoy comparten páginas en el Diario dos hechos ‘opuestos’. De entrada en prisión y de salida. El ingreso lo protagoniza el empresario minero Victorino Alonso. Cumple condena y también hace real esa vieja máxima que asegura que la Justicia, aunque enervantemente despacio, acaba poniendo a cada uno en su sitio. Lo del llamado ‘capo del carbón’ sirve para desmentir a los que dicen que algunos nunca serán condenados hagan lo que hagan. Y que no se verán entre rejas.

Su ‘hueco’ en prisión se lo deja Raquel Gago. La policía local de León a la que se aplicó una dura pena de cárcel por su colaboración en el asesinato hace casi una década de la entonces presidenta de la Diputación y del PP leonés, Isabel Carrasco. Ya no tendrá que volver a la celda aunque permanecerá bajo control. Su caso también puede generar críticas. Para algunos le ‘sale barato’ el crimen. Pero lo cierto es que se le ha aplicado lo previsto en la ley para su delito, su situación, su comportamiento... Todo es opinable.