Editorial | La guerra sucia de Diez con los colegios

En algunos asuntos existen problemas de competencias entre las instituciones. Pero en el caso de los colegios, las cosas están meridianamente claras desde hace mucho tiempo. Precisamente por ser un motivo de fricción entre las administraciones. La construcción de los centros escolares corresponde a las autonomías y su mantenimiento ordinario a los ayuntamientos. Para ese tipo de servicios recibe cada municipio una transferencia anual de dinero desde el Estado, ajustada precisamente al número de habitantes que consigue sumar en su padrón. Es lo que se suele llamar la participación en los tributos. Por eso, resulta llamativo que el alcalde de León, José Antonio Diez, alegue que no tiene dinero para los colegios. Busca manipular a las familias contra la Junta. La competencia es suya y las constantes quejas deberían servir para que el Ayuntamiento afronte los gastos necesarios para que todos los colegios de la ciudad estén dignos. O quizá es que algo tan relevante no figura entre sus prioridades presupuestarias...