Editorial | La mala gestión ya no se paga
Cinco años en espera de uso. Las placas solares colocadas en la cubierta del Palacio de Exposiciones para revertir a la capital parte de la inversión millonaria en el afamado edificio del arquitecto Perrault se han reducido a la nada. El abandono de años debería de ser motivo para exigir responsabilidades a quienes han impedido, por dejadez o por un problema técnico sin resolver, que la capital tenga unos ingresos extra al cogenerar la energía procedente del emblemático edificio. Y como siempre, lo que en otro territorio tardaría determinado tiempo en ser resuelto, en León los minutos y los días se multiplican por cuatro. De modo que la ineficacia de un equipo que sepa luchar por los intereses de León ha evitado la producción de energía verde y el ingreso de un dinero que bien puede equivaler a un paquete de ayudas sociales, donde tienen competencias y mucho que hacer. La mala gestión ya no se paga.