Cerrar

Creado:

Actualizado:

Como se habla mucho del machismo y violencia creciente entre la gente más joven (hay manadas con criaturas de 10 años, edad ya frecuente en iniciarse al consumo de porno y fijar presa en párvulos), el corrillo entró al trapo de este tema y sus rincones porque es un fenómeno incomprensible (¿incomprensible?). A las nuevas generaciones debe suponérseles mayor información, educación y sensibilidad y no lo parece, bien al contrario. El adolescente machito tiene butaca de patio en este tiempo de agitación y teatro de confusiones adoptando una contestación violenta a los espacios/conquistas femeninas que hoy se urgen en un mundo de varón rampante y una vida históricamente dibujada en masculino, algo indiscutible por otra parte. Lo decía días atrás Pérez Reverte: « La mujer es más compleja porque tuvo que sobrevivir a los hijos de puta de los hombres », aunque no se sabe si lo dice en general o en su particular... ¿todos los hombres?... Al oído femenino le placen cosas así, tan rotundas y palmarias, porque simplifican el gran problemón y, por tanto, permiten una solución más simplona: al hombre y al pichón, perdigón . Si lo hace por ganarse a las lectoras que hoy mandan en el mercado editorial, se le disculpa, en su negocio está, pero ¿siempre es el hombre victimario y víctima la mujer?, ¿ha de pagar todo hombre las viejas o actuales culpas de su puto género?; y por argumentar a su modo, ¿cabrá decirse que « los hombres son unos hijos de puta porque tuvieron que sobrevivir a una mujer mucho más compleja »?, mujer que también tuvo sitios y momentos para establecer sus matriarcados ¿quizá menos odiosos que el patriarcado cerril?... ¿por qué suele echársele tanta literatura a ese poder matriarcal siendo tan represor, lejano o difícil de investigar?... y el matriarcado maragato que tanto llamó la atención de Julio Caro Baroja ¿qué aportó a una mujer de tanto ropón por fuera y jamás liberada por dentro de sus Seis Ces : casa, crianza, cocina, corral, campo y curas ?...

Aquí cerré mi libreta de notas y advertí al corrillo: ¡la estáis liando!