Editorial | Considerando a los mayores
La conmemoración del Día de los Mayores pasó ayer bastante desapercibida en medio de la vorágine política que azota al país. Sin embargo, la generación que nos precede bien merece un reconocimiento, no puntual, sino diario en una sociedad tan mal acostumbrada a dar por amortizadas a las personas mayores. Entre lo poco que se escuchó ayer, se habló de dignidad y de agradecimiento, de derechos y de respeto, pero las políticas siguen siendo frágiles y poco encaminadas a abordar las necesidades de un colectivo vulnerable pero que reivindica su derecho a ser tenido en cuenta, no sólo para adornar discursos si no para que su experiencia sea aprovechada como una fuente a la que acudir, con recursos con mucho que aportar. El envejecimiento activo es una tendencia imparable y más vale fomentarlo porque es el lugar al que llegaremos y cada vez estará más concurrido.