Editorial | Tres años de rechazo vecinal no pueden ser de nuevo ignorados
La respuesta ciudadana ha ido ganando músculo a lo largo de tres años de protestas que no han cedido ante la sucesión de respuestas, propuestas, reuniones e incluso cambio radical en el equipo de gobierno municipal que de momento dejan a San Andrés del Rabanedo, el tercer municipio por volumen de población en la provincia, en manos de los mismos entramados estatales que pretenden ignorar un movimiento vecinal que no va a aceptar no sólo la fractura del potencial económico, social e inmobiliario de la zona, sino la insostenible discriminación con otras soluciones de integración del tren que, en circunstancias similares, están recibiendo el apoyo y la millonaria inversión estatal en otras ciudades del país.
Los ciudadanos están llamados de nuevo a mediodía de hoy a concentrarse en Trobajo del Camino contra la tropelía que pretende sacar adelante Adif, ignorando una vez más la exigencia de soterrar el tren a su paso por el municipio y negándose a replantear una integración que sólo ha generado rechazo, a la que se suma el despropósito de la pasarela azul, que desafía a Patrimonio en pleno Camino de Santiago.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias pretende adjudicar (sin publicidad que genere polémica) el contrato para la redacción del paso inferior sin el soterramiento, una tarea que ha encargado a la empresa estatal Ineco. Una argucia más que sólo va a conseguir agitar en mayor medida el frente vecinal, y también político con la nueva corporación municipal liderada por UPL.
La exigencia de un paso soterrado del ferrocarril por el municipio en su ya extremadamente retrasado camino hacia Asturias es irrenunciable para evitar la marginación y la devaluación de una zona urbana en expansión. Irrenunciable también porque los argumentos de que la tramitación del soterramiento es larga y retrasará la ejecución del proyecto una década (ya van varios ejercicios perdidos que podían haber acelerado la obra) se contradice con la decisión tomada por el Gobierno para problemas similares en Valencia, Barcelona o País Vasco, por poner tres ejemplos.
Trobajo no cede en la movilización para hacer valer sus derechos y la defensa de su futuro. Hoy lanza de nuevo su pulso.