¿Qué dice la UPL?
El presidente de la Diputación, ya saben, uno de los Courel, anunció desde el primer día su intención de seguir en la órbita ¿Laika? de su antecesor. Por eso no para de hablar de que hay que explotar el Sipam, el título que la ONU concedió el año pasado a las montañas de León y que Eduardo Morán dejó morir en uno de sus arranques de bonhomía sin igual. Así que, uno de los Courel otorga la acción de su ‘padrino’ con el chitón a la noticia publicada por la menda. Y, para demostrar que, como dice uno de los Courel, en el gobierno de la Diputación van todos a una, el vicepresidente, Roberto Aller, alcalde de Sariegos, también ha decidido mantener la dignidad del silencio. Oye, que igual está preparando la moción, él o el vicepresidente segundo, Valentín Martínez, responsable de Productos de León, uno de los emblemas de los Guzmanes que más partido podría sacar de la acreditación de la FAO. Hoy aún hay tiempo. ¿Mañana? Y nunca mañanamos. Ya empezamos.
«Es una solución a largo plazo», dice Eduardo Diego, delegado de la Junta, sobre la aspiración de la facultad de Medicina para León. Tanto como la León-Braganza —esto lo digo yo—, veinte años en los que PP y PSOE no han tenido ganas de vertebrar la autovía en la zona leonesa, demostrando que su mirilla también señala hacia el este, que Portugal no nos vale, que la Raya no es más que una frontera intransitable, que el Duero es sólo Duero cuando celebramos que Machado paró una vez en Soria.
«La despoblación es común a otras provincias de interior y requiere una solución global de estado», dice también Eduardo Diego, alavés, una de las tres provincias del País Vasco más españolas y, por lo tanto, más mimadas por el PNV. Ahí habría algo que aprender. Dijo más cosas, pero ninguna de ellas se sale del guión, del guión marcado desde el único lugar de interior de la comunidad que nunca deja de crecer. ¿Médicos? no faltan ¿La dirección provincial de Educación? Al caer, ¿Torneros? Pregunten al Gobierno. ¿Y los colegios? Buff ... y así.