Editorial | Un plan de integración que nació enterrado
Podía sospecharse desde el inicio que era poco más que un cartel electoralista, con la experiencia de que cuanto tiene que ver con el tren y su integración en la capital y sus municipios limítrofes suele dormir en los cajones sin resolverse, y no salir a la palestra política más allá que cuando la agenda electoral aprieta las tuercas. Así ha sido una vez más. El alcalde de León, José Antonio Diez, presentó ¿por sorpresa? tres días antes de las elecciones municipales del pasado mes de mayo un pomposo proyecto que de nuevo pretendía convertir el espacio de la integración del AVE en León en un dinámico nudo urbanístico y económico. Se difundieron imágenes virtuales de la enésima revitalización prometida y no cumplida para una zona de la ciudad castigada ya no solo por el bisturí de las infraestructuras, sino por la incapacidad de las inversiones privadas y la indolencia de Gobierno y Ayuntamiento. Apagados los focos del teatrillo electoral, la rimbombante propuesta de Diez ha ido donde todas las anteriores. Al cajón del olvido.