Ay, mi sombrero
Me cayó bien el duque de Bragança, muy bien, nada más verlo, aire jovial y desprecupado en esa foto, ajeno a tensiones. Si a partir de los 40 cada persona es responsable de su cara, la de este duque dibuja al tipo que rodó bien por la vida y sus alrededores, tipo satisfecho y risueño. Lo confirmé fisgando en internet después, y se diría que es gente resuelta, franca y afable, pese a los disgustos que debe darle ser pretendiente al trono del reino de Portugal, pues en realidad es un rey en un exilio interior, sólo le falta un trono y que Portugal vuelva a ser monárquica algún día, posibilidad que le cae más remota que las antiguas colonias de Macao, Ceilán o Goa.
Salió en los papeles porque casó a hace unos días a su hija, la heredera al trono tras sus dos hermanos, y en la vecina república hasta retransmitieron el bodorrio en teles y ondas. Gran expectación, chismorreo noble, reunión de rabadanes regios de aquí y allá y nadie de la casa real española. Y voy a lo que me sorprendió: la vestimenta del duque llevando a su hija al altar en traje oscuro, no frac, chaleco amarillo y sombrero panamá de vuelo caído dándole un aire entre indiano cafetal y espía en Orleans (su parienta casa noble). A la mierda el canon británico de estos casos; rompiendo la pana, sí señor. Y si además entró al templo así ensombrerado, hubiera celebrado yo que sucediera lo de aquel día, años ha, en la iglesia de San Marcelo, al entrar un abuelete sin quitarse el sombrero y así cubierto enfiló el pasillo central hacia los primeros bancos mientras las feligresas le iban chistando a su paso: ¡chssss, el sombrero, el sombrero! Duro de oreja quizá, prosiguió sin inmutarse. Y más sonoramente le chistaron las beatas de adelante, ¡¡el sombrero, el sombrero!! Entonces, el tipo subió al presbiterio, se quitó el sombrero y anunció: a petición del respetable público, El sombrero , entonando de seguido con una voz potente impropia de su edad la célebre copla que inmortalizó Pepe Blanco: Sombrerooo, ay mi sombrerooo... eres de gracia un tesorooo... y tienes rumbo torero .