Editorial | Oasis institucional entre marejadas
La vida política española parece condenada en los últimos tiempos a vivir marcada por los sobresaltos y las pugnas llevadas a límites extremos. El sistema democrático se ha mostrado eficaz para dar respuesta a todo tipo de retos con una Constitución a la que ayer se sumó la princesa Leonor. La monarquía, respetando todas las opiniones, se ha probado eficaz para dar respuesta a crisis tan notables como el 23-F o el desafío independentista catalán. La heredera ha pedido un margen de confianza a los españoles. Tiene aún 18 años y muchos años por delante para avanzar en una formación que sigue los pasos datos en su día por su padre, el rey Felipe VI. Todos los sondeos muestran un respaldo notable hacia la joven Princesa. Sería improductivo quedarse con la imagen de quienes buscan dividir, de los que sólo exigen respeto a las normas cuando les son favorables, y ni siquiera respetan las instituciones, aunque luego exigen a los otros lo que no hacen.