Editorial | Un tramo que comprometa la Vía de la Plata

Los 22 kilómetros que separan por tren Astorga de La Bañeza pueden entrar en funcionamiento en 2030, y serían la mejor señal de que la recuperación de la Vía de la Plata está en la agenda inversora de las administraciones. En todo caso, relegar la ejecución del resurgimiento del histórico trazado a 2050 sólo puede interpretarse como una apuesta por el olvido. Y contra eso se levantaron ayer 16 ciudades en todo el país, Astorga en representación de León. Hartos ya del argumento de los sucesivos, interminables e inútiles estudios de viabilidad, cientos de ciudadanos y decenas de asociaciones y organizaciones políticas y sociales exigen que el tramo Astorga-Plasencia se incorpore con urgencia al Plan Director del Corredor Atlántico. Del que aseguran que la Vía de la Plata es columna vertebral, y sin cuyo funcionamiento el entramado de transporte de viajeros y mercancías quedará inevitablemente lastrado. En apenas una semana, el día 14, se determinará el primer paso hacia la recuperación o el olvido. Las ciudades de la ruta no están dispuestas a pasarlo por alto.