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Ver un lago dentro de una cerca es como contemplar un oso en una jaula, presos los dos... ¿y su delito?... No es que se corra peligro de que el lago o la laguna se fuguen haciendo el oso, pero la Junta aprobó vallar/cercar los cuatro de Babia-Luna para que no se acerque el ganado a sus orillas donde habitan «especies anfibias y flora de extraordinario valor». Esa razón se alega. ¿Es que tienen medido ya el daño que el ganado pudo y puede causar a tritones, salamandras, ranas, plantas hidrófitas y ranúnculos? ¿Cuántos siglos llevan ovejas y reses abrevando en ellos? ¿Acaso se extinguieron por esa razón anfibios y hierbas acuáticas? ¿Es que antes eran biomultitud y ahora sólo especie vulnerable en vías de extinción? Si es así, ¿podría haber más razones y no sólo el ganado que bebe a morro o hinca el diente a alguna hierba? Tres milenios de pastoreo no parece que hayan impedido pervivir esa bioriqueza en esas bañeronas glaciares. ¿Y se averiguó el futuro que reserva a estos lagos el cambio climático? ¿Cuánto menguarán? ¿Se secará alguno?... Sin duda constan escrupulosos informes técnicos y biológicos que avalan esta actuación de alto impacto paisajístico. Y costoso, aunque se diga no doler tanto por arrimarse ahí dinero europeo que corre con alguna ronda. Lo único cierto es que la medida no gustó nada a lugareños y fuerzas municipales de la zona que se han enrocado en protestas estériles y reclaman paralizar este plan, exigiendo a la vez desarrollo turístico para estos serenos andurriales Reserva de la Biosfera metiéndole sendas y senderistas cuyo impacto, sin embargo, no parece haberse medido... y es más de temer.

Mi paraje preferido en esa montaña es la laguna de Las Verdes, Torre de Babia arriba hasta un fondo de saco donde se acaba el mundo sin otro paso a la vecindad asturiana que viejas sendas y trochas ganaderas, vías ideales para estraperlistas y huídos (ahí pusieron «los falanges» nidos de ametralladora iniciada la Guerra Civil, me dijo un viejo de Torre). Hoy sólo es campeo de merinas en la verania con su sinfonía de esquilas y cencerras. Y así está bien.