La Casa Sindical
En agosto de 1953, Ramón Cañas del Río firmó esta Casa Sindical de León por encargo de la Delegación Nacional de Sindicatos en un solar achaflanado en la entonces Avda. de José Antonio (hoy Gran Vía de San Marcos) c/v a Fernando de Castro (actual Roa de la Vega), cuyas obras llevó a cabo con Mariano González Flórez como aparejador. Proyectó el edificio con estructura de hormigón y muros de carga, y encajó el programa de necesidades en un semisótano para instalaciones, archivos y vivienda del conserje. La planta baja con oficinas y los accesos, el principal en el eje del chaflán con escalera, dos ascensores y al fondo el Salón de Actos ocupando el patio.
Tres plantas para oficinas y despachos y un ático parcialmente retranqueado para los técnicos y la vivienda del Delegado. Programa sucesivamente adaptado a las cambiantes necesidades sindicales. Dispuso los alzados simétricos y tripartitos. Basamento con zócalo calado interrumpido por sencillas portadas clasicistas, la principal moldurada con guardapolvo sobre ménsulas en una planta baja fajeada con vanos verticales enmarcados sobre repisas. El cuerpo central de tres plantas y fondo de ladrillo, con frentes laterales levemente destacados y revocados en dos niveles jerarquizados entre paños verticales de bordes almohadillados.
En el chaflán, esquinas curvas con huecos tríforos, balconada abalaustrada y vanos de frontón partido en un frente axial cuadrado bajo el entablamento que recorre la fachada. El tercer orden con la balaustrada de las azoteas entre cuerpos destacados y atractivos relieves escultóricos alusivos al mundo del trabajo, flanqueando otro frente apaisado que culmina la composición... Arquitectura Institucional del Régimen… Todavía lejos de la aventura moderna iniciada cuatro años antes por Asís Cabrero en la madrileña Casa Sindical del Paseo del Prado, Cañas levantó en León su edificio en clave neoclasicista siguiendo «protocolos autárquicos», con un depurado lenguaje académico, ciertamente monumental y apropiado al «espíritu de los tiempos»… Un buen testigo del contexto urbano leonés de los primeros años 50.