De cumbre en cumbre

Una multitud de líderes mundiales —y la asistencia de 70.000 personas—se reúnen en Dubái hasta el 12 de diciembre para intentar redirigir el rumbo de las decisiones políticas tomadas en otras cumbres con escaso éxito. Otra vez vemos fotos de grupos de personas —la mayoría hombres— que se saludan, ponen buenas caras, se hacen fotos, comen juntos y leen protocolarios y ceremoniosos discursos que caen en saco roto. ¿Y cómo llevan lo del clima? Está siempre en nuestras oraciones, responden. Aunque la frase no sea textual, la interpretación está hecha al pie de la letra.

Que el cambio climático es un problema global ya se identificó en el año 1979 en la primera Conferencia Mundial sobre el Clima convocada por la Organización Meteorológica Mundial en Ginebra. Allí se habló ya de calentamiento global y de cómo afecta a la actividad humana. Desde entonces se han sucedido diversas reuniones, cumbres y varias COP (Conference of the Parties). La primera tuvo lugar en Berlín en 1995, donde volvió a quedar claro que el cambio climático era un problema; la segunda se desarrolló en Kioto en 1997 con el acuerdo de los 51 países participantes para reducir en un 5% las emisiones desde el 2008 hasta el 2012. Es decir, se dieron un margen de 15 años para adoptar y aprobar las leyes necesarias que permitiesen lograr ese objetivo. A este acuerdo se le conoció como el protocolo de Kioto, que también establecía un comercio internacional de emisiones de efecto invernadero. En 2007 se celebró en Bali, sin acuerdos relevantes, En el 2009, en Copenhague, se fijó la intención de limitar el aumento máximo de la temperatura media a 2 grados por encima de los niveles preindustriales, que se considera que estaba en los 13,17 grados. En el año 2019 la temperatura ya había subido en un 1,1 grados por encima de esa media, cada vez más cerca de los dos fijados como máximo en Copenhague, diez años antes. En 2010 los países se volvieron a reunir en Cancún y en el 2012 en Doha. En el acuerdo de París, en el año 2015, se rebajó esa temperatura máxima de subida a 1,5 grados y se acordó que los países desarrollados presten su ayuda a los que están en vías de desarrollo, es lo que se conoce como Fondo de Pérdidas y Daños, a los que España destinará este año 20 millones de euros. Y así hasta 26 COP. ¿Qué ha cambiado desde el año 1979? Creo que la concienciación de una gran parte de la población de que existe un problema, aunque los acuerdos que se toman en las cumbres tienen un pírrico efecto en el clima porque los países más pobres siguen siendo los basureros de una parte del planeta. Ahora que Napoleón vuelve a ser noticia por el cine, cabe recordar una frase que se le atribuye. «Si quieres que algo sea hecho, nombra un responsable. Si quieres que algo se demore eternamente, nombra una comisión».