Editorial | Un 45.º aniversario en plena encrucijada
La Constitución de 1978 llega con un buen estado de salud a su 45.º aniversario, precisamente por su capacidad de supervivencia frente a las zancadillas que ha sufrido de manera casi permanente. Es de alabar la capacidad que tuvieron sus padres para complicar las cosas a los que han intentado alterar el orden democrático en esa sucesión de episodios lamentables que han obligado a leer su letra pequeña para dar respuesta a los desafíos. Ahora, se abre otro punto de inflexión con ese proyecto de Ley de Amnistía al que se le aflojaron las costuras en el acto de ayer de homenaje a la Constitución que acogió la Diputación de León. Hasta ahora ha sufrido dos mejoras, y siguen pendientes otras, como la que eliminará el término disminuido o la que debe establecer la igualdad de sexo en la sucesión de la Corona. Pese a todo, cabe felicitarse ya que España ha vivido en estos años la mayor etapa de estabilidad democrática y de libertades, e incluso de progreso en todos los órdenes, a lo largo de su historia.