Diario de León

Creado:

Actualizado:

El papa Francisco admite su envejecimiento —ya casi 87 años— y anuncia que tiene firmada su renuncia, por si causas médicas así lo recomendasen. Supongo que no se refiere tanto a caminar con bastón, o a perder oído, como a no recordar los siete pecados capitales. Toquemos madera y madero. El pontífice se siente agotado, pero quizá su avanzada edad sea la menor de las cruces que cada día ha de portar. Sus ovejas somos agotadoras. Cuánto me gusta este pastor nuestro, como gustaba Ratzinger. Y me gustó Juan Pablo II. Pienso en católico y escribo en católico, esa es mi verdad. Dicho esto, me casé por lo civil. No entro en la categoría de oveja negra, pero sí de colorines. Digamos que estoy de okupa en la Santa Casa, pero respetuoso con ella; la puerta estaba abierta y me trato con mis vecinos. En fin, comprendo —aunque la lamentaría— esa posible la retirada del papa Francisco. Intuyo que se está «cociendo» no una nueva ortodoxia, pues esta nunca se ha perdido, sino un nuevo reaccionarismo. De momento, querido papa, rece por nosotros y siga haciéndolo cuando ya no esté al mando. Le necesitamos, sea en la retaguardia o en primera línea.

Solo sé que no sé nada, podría sintetizar. Bueno, algo sí: sé cuál es mi rebaño. Dicen que los pastores distinguen a cada oveja, y en el mío se nos llama por el nombre. Rece por España, papa Francisco. No le pedimos milagros, ni una solución definitiva a nuestros problemas. Bastaría con ir tirando, pero sin esta amarga atmósfera de degradación política, de caos y de odio. Cuánto desasosiego. Y para los crispadores la culpa es de los crispados.

El papa ha informado de que no quiere ser enterrado en el Vaticano, sino en la basílica de Santa María, por su devoción a la Virgen de las Nieves. Está muy cerca de la estación de tren de Roma, preciosa asociación de ideas. Papá ven en tren, decía en 1973 una campaña de Renfe. Lo importante es llegar, también sería mala pata que ese precisamente descarrilase. Pero usted tómese su tiempo, querido pastor. ¿Soy el único que percibe que estamos entrando en un tiempo aún más oscuro? No. Pero, de momento, lector, un año más, por ahí asoma la Navidad, que no es solo tradición festiva, sino proclamación de esperanza.

tracking